Aprovechando una acción de marketing de Saal, imprenta-laboratorio digital por internet, he probado uno de sus productos. Elegí el fotocuadro con impresión sobre dibond de aluminio, en tamaño 60 x 40 cms con un bastidor de aluminio para colgarlo. Lo primero a lo que me tuve que enfrentar fue a la descarga de su programa de diseño. El primer paso fue rápido y sin ningún problema. El programa es sencillo e intuitivo. La carga de la foto elegida y el pago se desarrollaron sin incidencias. Fue todo tan fácil que llegue a tener dudas de haberlo hecho bien. Ahora tocaba esperar a que llegara. Con un puente de por medio, el envío se demoró algo. Pero en terminos generales puede considerarse correcto. La primera impresión del paquete fue buena. Venía en una caja de cartón bastante grueso, con dos cintas de precinto robustas. Al abrirlo se veía el producto muy bien embalado y protegido perfectamente. Con este embalaje es practicamente imposible que te llegue dañada la fotografía. Una vez desembalado el fotocuadro observé la imagen. Como nunca había encargado un dibond de una de mis fotografías no sabía que me iba a encontrar. Además elegí una fotografía en tonos claros con matices delicados, que si se imprime mal no serviría para nada. Los colores y la calidad de impresión son buenos. Los degradados son suaves y matizados. Es una impresión mate, sin reflejos. Esto facilita su instalación en zona sin una iluminación especial para el cuadro. Pero reconozco que me gusta algo más la impresión en brillo, quizás por haber conocido el cibachrome en mi juventud. Sobre el precio no opino, cada uno puede mirar las tarifas en la web y comparar con la competencia.
En resumen, el fotocuadro cumple perfectamente en calidad, incluso con buena nota. El servicio ofrecido por la empresa es muy profesional y correcto. Y además es fácil.